La portavoz del Gobierno de Castilla-La Mancha y consejera de Igualdad, Blanca Fernández, ha asegurado este viernes que el Gobierno central «no ha tenido otro remedio» que decretar el estado de alarma en Madrid, «aunque no es lo deseable para conseguir medidas especiales que atajen el virus», al tiempo que ha lamentado el «espectáculo».
«Lo deseable hubiera sido que se hubiera llegado a un acuerdo, porque lo único que puede acabar con él virus es la unidad polÃtica y de acción», ha defendido Fernández en su visita a la empresa Rodacal Beyem de La Roda, acompañada del alcalde de la localidad, Juan Ramón Amores y de la directora-gerente de la empresa visitada, Ina GarcÃa.
Por ello, y puesto que Madrid limita con Castilla-La Mancha, ha pedido en nombre del Gobierno de la región «mucha responsabilidad», asà como «mucha tranquilidad» y el cumplimiento de las normas ya que en estos momentos se está luchando contra un virus «que pone en riesgo la salud de mucha gente, pero desde luego pone en riesgo la vida de la población más vulnerable, que es la población más mayor y la población que presenta patologÃas».
«No se comprende demasiado ese recurso por parte de la Comunidad de Madrid. No tiene sentido que la ciudad de Madrid que tiene la concentración de población mayor de España no tenga las mismas medidas en las mismas condiciones que en otros territorios del paÃs donde se han ido implantando medidas con el objeto de retener la propagación del coronavirus», ha defendido.
Asimismo, ha mostrado «tranquilidad» en el sentido de que no se van a producir desplazamientos a Castilla-La Mancha con motivo de Puente del Pilar, y ha querido recalcar que el Gobierno regional no es que no quiera que no vengan, negando que haya «madrileñofobia, ni muchÃsimo menos», sino que ha llegado el momento de «contener la movilidad para ver como evoluciona el virus y evitar su expansión».
De la misma manera, Fernández espera que no haya una respuesta negativa por parte de los ciudadanos ante el «espectáculo», ya que a su parecer «hay una buena parte de la población» que comprende que «esencialmente lo que hay que proteger es la salud y la vida», y que además entiende que los debates se pueden tener «pero deberÃan ser sobre los matices y no sobre cuestiones de fondo».