#somosMujer / Lucha, trabajo y esfuerzo, sinónimos de Mujeres Rurales

Ángeles Bonifacio, Evangelina Cuartero y Rosario Parreño nos cuentan su experiencia vital en el mundo rural

Históricamente las mujeres han trabajado siempre dentro y fuera del hogar, pero no fue hasta principios del siglo XX cuando se regulase que la mujer se incorpore al mundo laboral remunerado. En esta época se aprobó la Ley de los Derechos Políticos, Profesionales y Laborales de la Mujer. Este cambio se produjo a raíz de las transformaciones socioeconómicas del momento. Además, se reguló para que fuese en igualdad de condiciones con los hombres, pero esta situación en numerosas ocasiones no se da.

La principal labor de las mujeres rurales era ayudar a la familia o a los maridos en la agricultura o la ganadería, además de ocuparse de las labores del hogar y de la crianza de los hijos. Toda una vida dedicada a la familia y al trabajo. Hoy en día, tras más de cuatro décadas de lucha, se han conseguido muchos avances en materia de derechos. Sin embargo, aún queda mucho por hacer.

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En Castilla-La Mancha se aprobó en 2019 el Estatuto de las Mujeres Rurales con el objetivo de corregir la discriminación y las medidas del mundo rural, sobre todo en lugares afectados por la despoblación. En este sentido, el 15 de octubre está declarado como Día Internacional de las Mujeres Rurales. Por este motivo, y porque nos encontramos inmersos en la Semana de la Mujer, desde somosCLM.com hemos querido hablar con tres mujeres del municipio albaceteño de Balazote para que nos cuenten su historia en el mundo rural, así como esa evolución de la figura de la mujer.

«La vida de antes no es como la de ahora», comenzaba contando Ángeles Bonifacio, mujer rural y presidenta de la Asociación de Mujeres San Blas de Balazote. «Yo antes en mi casa, con mi marido y mis hijos, me tenía que ir a las cuatro de la mañana a los ajos y me dejaba a mis hijos acostados con el puchero ya puesto, y me iba a ayudarle a mi marido al campo. Cuando llegábamos a medio día tenía que arreglar a mis hijos, terminar de hacer la comida, ir a lavar al lavadero arrodilladas en el suelo, entre mucho más, pero lo hacíamos todo las mujeres, los hombres no hacían nada. A día de hoy los hombres ayudan mucho», añadía Ángeles.

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Por otro lado, Evangelina Cuartero, mujer rural y vocal de la Asociación de Mujeres San Blas de Balazote, contaba que desde que era pequeña se dedicó al cuidado de sus hermanos, era su madre la que se iba cada día a trabajar al campo. No fue hasta los 20 años cuando decide acompañar al que sería su futuro marido al servicio militar. En esos momentos, Evangelina se tuvo que poner a trabajar sirviendo, labores que hacían los que menos recursos tenían. Además, como anécdota señalaba que su viaje de novios fue ir a segar, algo incomparable con los tiempos de ahora. Evangelina, junto a su marido, tuvo la oportunidad de irse a trabajar a Madrid con unos marqueses, pero decidieron volver a sus raíces, a Balazote, con la familia, y a dedicarse al campo.

Antes la mujer trabajaba por igual como el hombre, y aún así llevaba todo el cargo de la familia y de la casa. La mujer rural no tenía acceso a los estudios, optaban a trabajar en el campo o a servir en alguna casa. «Ahora los jóvenes pueden optar a estudiar o trabajar en numerosos lugares, lo que antes no había tantas posibilidades», contaba Ángeles.

Rosario Parreño, mujer rural y secretaría de la Asociación de Mujeres San Blas de Balazote, contaba que «soy más joven que ellas pero mi infancia la recuerdo trabajando desde los diez años. Cuando tenía catorce, mis padres me llevaban a vendimiar, y allí me enamoré, la vendimia me trae buenos recuerdos. A pesar de que yo viví en otra época, la vida poco había cambiado. Las mujeres seguíamos trabajando, cuidando a los hermanos y el hogar. En cuanto a los estudios, yo no pude seguir estudiando, a pesar de que era buena estudiante, pero mis padres me mandaron a servir», añadía Rosario.

Evolución de la mujer

A lo largo del tiempo, la mujer se ha visto sometida a cumplir diferentes roles, como el de hija, esposa, madre y ama de casa. Siempre en un segundo plano guardando ese respeto a la figura del hombre. Las mujeres han estado sumergidas en una época donde apenas podían hacer nada, pero eso ha cambiado. Por ejemplo, estas mujeres con las que hemos tenido el placer de hablar nos contaban que ahora son las dueñas de las casas, que se encargan de las cuentas, de ir y venir cuando quieren, aunque no se les olvida lo vivido.

«Conforme ha ido evolucionando la vida, nosotras vivimos mejor que antes, la calidad de vida ha mejorado», aseguraba Ángeles. Cambios como la lavadora, electrodoméstico imprescindible hoy en día en los hogares, fue todo un acontecimiento para las casas de aquellos años que a veces les hacían sentirse ignorantes.

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Los tiempos cambian, y estas mujeres han evolucionado con ello. Como el hecho de salir al baile: antes había que hacerlo bajo la supervisión de los abuelos. Contaban que ahora los jóvenes salen cuando ellas antes ‘se recogían’; también se tenían restricciones de horarios porque se les tenía mucho respeto a los guardias, que a partir de cierta hora no dejaban estar por las calles; o el hecho de irse a dormir con la pareja era impensable cuando ahora ‘cada uno va y viene cuando quiere’. También, decían que antes eran los hombres los que iban al bar y los que salían por otros pueblos mientras las mujeres estaban en casa. Son muchos los cambios vividos en cuestión de cuarenta años, pero estas mujeres, al tener nietos y nietas, no les asombra ya nada, a pesar de que en sus tiempos todo era muy diferente. Ahora «están a la moda», como bien decían.

«Yo noté el cambio cuando me casé por el año 80, me dedicaba a estar en casa con mis hijos y era mi marido el que trabajaba. Me volví a incorporar al trabajo cuando mis hijos ya habían crecido, y la verdad que había cambiado. En esos años estar asegurada y tener contrato era algo obligado, ya que cuando era joven no pasaba, a pesar de que yo tuve suerte y estuve asegurada en dos casas que servía en Albacete», contaba Rosario.

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La evolución de la figura de la mujer se ha vivido intensamente, cada rincón del mundo tiene su perspectiva. La verdad es que en el mundo rural, cuando vives en un pueblo, es diferente. Los cambios se notan pero de manera más progresiva, a pesar de todo estas mujeres han luchado como muchas otras por sus derechos, por lo que hoy en día se sienten libres de hacer y deshacer lo que quieran. En el municipio de Balazote, la igualdad a la hora de trabajar en el campo está por igual, ya que el 80% de la población vive del campo, en la mayoría de los casos del ajo. Este trabajo lo desarrollan mujeres y hombres de todas las edades. Lo que sí ha cambiado en estos tiempos es la forma de llevar a cabo las labores del hogar, el cuidado de los hijos, entre mucho más, ya que a día de hoy los roles se reparten.

20 años de trayectoria de la Asociación de Amas de Casa de Balazote

La Asociación de Amas de Casa de Balazote es un gran referente en el municipio y en muchos de los alrededores. En el año 1999, por iniciativa y lucha de la concejala de cultura en ese momento, esta Asociación se fundó. Han pasado más de 20 años y siguen siendo un motor imprescindible en Balazote por todas las labores que llevan a cabo en diferentes eventos a lo largo del año. Alrededor de 200 mujeres forman parte de este colectivo, mujeres de todas las edades en un rango desde los 30 hasta los 90 años.

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«Nos sentimos valoradas, yo estoy muy contenta con todas las mujeres que formamos la Asociación. Hacemos muchas actividades y formamos parte de muchas otras, por lo que no paramos», contaba la presidenta.

Una asociación que colabora con Cáritas, Afanion, Cruz Roja, AECC, AMAC, entre muchas otras. Llevan a cabo iniciativas como tómbolas o concursos para donar lo que recauden y darlo a dichas asociaciones. Además, colaboran con todos los actos que el Ayuntamiento de Balazote prepara al cabo del año, como carreras populares, actos de la Banda Municipal de Música, fiestas, chocolatada en Navidad, etc. «No paramos de trabajar», añadía.

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Destacan el desfile anual de la Mujer Rural, ya que cada año la Asociación prepara un acto donde cada mujer se prepara su traje según la temática elegida para desfilar. «La verdad que es un desfile donde todo el pueblo se involucra, y que le gusta ver. Lo que recaudamos lo donamos a diferentes ONGs», añadía Ángeles.

Esta semana se celebra en Balazote la Semana de la Igualdad, una semana intensa donde cada día hay un acto diferente. Las mujeres contaban que no se pierden nada, aunque la otra noche se salían antes para preparar un café y unas pastas para después. «Lo hacemos con gusto y con ilusión», añadía Evangelina. Mujeres rurales, que aman su pueblo y del que se sienten orgullosas; mujeres imparables que demuestran cada día el valor de la mujer rural.

Los actos comenzaron reconociendo al Centro de la Mujer de la localidad vecina de San Pedro y a la Asociación de Mujeres San Blas de Balazote, un homenaje a todas estas mujeres que son el sostén de mucho trabajo que se hace en el municipio, siempre manteniendo las tradiciones.

Perspectiva del futuro de la Mujer Rural

El empoderamiento de las mujeres rurales es esencial para poder construir un futuro más equitativo y próspero. Hoy en día se sigue reivindicando la figura de la mujer en zonas rurales, ya que se sigue luchando por alcanzar más derechos y recursos. A pesar de que existe el reciente Estatuto, «esa igualdad creo que nunca se conseguirá, porque aunque hay mujeres muy echadas hacia delante, siempre habrá hombres que quieran volar más alto que la mujer y de esa forma hacerles que agachen la cabeza», decía Ángeles.

«Por lo que tenemos que seguir luchando y seguir con la cabeza bien alta», añadían. Hay mucho por lo que luchar en el tema de igualdades, y en las poblaciones rurales mucho más. El tema de la conciliación familiar y laboral hay que tratarlo de forma que existan los medios necesarios para poder trabajar, por lo que «creemos que faltan políticas de igualdad, para que la mujeres estén en igualdad de condiciones que los hombres», contaban las mujeres.

Además, aseguraban que el futuro está en la educación y el respeto hacia las personas, que en muchos de los casos se pierde. Como anecdóta contaban que han vivido situaciones de bajeza cuando dicen que son de pueblo, lo que les hace confirmar su postura en cuanto a la educación, «no sabe el que más estudios tiene, sino quien se nutre de la vida y tiene esa educación y respeto por los demás. Nosotras estamos muy orgullosas de vivir en un pueblo como Balazote, y de ver las oportunidades que tiene la mujer rural, tanto jóvenes como adultas».

Por lo tanto, el Día Internacional de la Mujer Rural, que está marcado en el calendario cada 15 de octubre, se convierte en una gran oportunidad para valorar y reconocer el aporte de la mujer rural.

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