El pasado 28 de septiembre tuvo lugar una concentración reivindicativa de los empresarios hosteleros de Albacete, en la puerta de la Subdelegación del Gobierno, en la que pedían más ayudas para luchar contra los efectos de la pandemia.
El Señor Presidente de la Asociación de Hosteleros se refería a los sindicatos, diciendo que no estábamos allí y que dónde habíamos estado en esta grave situación.
Pues mire usted, los sindicatos de clase, entre ellos mi sindicato, Comisiones Obreras, ha estado en todo momento al lado de la gente. De los trabajadores y las trabajadoras, de las personas desempleadas, de los que trabajaron en primera línea para salvar vidas, o para que no nos faltara de nada, de los jóvenes, de las mujeres cuyos empleos o jornadas laborales se han visto afectados por esta situación excepcional que ha provocado el Covid-19.
Desde el primer momento hemos sido conscientes de que este virus pudiera afectarnos a todos y a todas, a las personas, a la economía, al trabajo, a los servicios públicos, e incluso a la forma de divertirnos y de relacionarnos. Lo primero, por encima de todo estaba la salud de la ciudadanía, de sus familias, la de los mayores y los más vulnerables. Sin salud, la economía no puede funcionar por mucho que queramos, aunque eso sí, ni debemos, ni podemos, ni queremos dejar caer, ni a las empresas, ni a sus trabajadores y trabajadoras.
Hemos intentado dar lo mejor de nosotros. Hemos hecho una exhaustiva e intensa labor de información, asesoramiento, y de acompañamiento a toda la ciudadanía, sin importarnos si eran o no afiliados o afiliadas, sólo si lo necesitaban.
Hemos participado a través del diálogo social, con gobierno y patronal, en la construcción del mayor escudo social que jamás se ha conocido en una crisis. La mayor movilización de fondos públicos jamás puesta a disposición de las necesidades de las personas, de los trabajadores y las trabajadoras, y de las empresas. Ahí hemos estado nosotros, CCOO.
A través de las duras negociaciones llevadas a cabo con los distintos gobiernos estatal, autonómico y local, se han articulado ayudas a las empresas, a los autónomos y a las pymes.
Recordemos los créditos ICO a las empresas, las ayudas económicas por cese de actividad para los autónomos, las importantes exenciones en las cuotas a la seguridad social para las empresas que han tenido que acogerse a un ERTE Covid, ampliación y exención de tasas de las terrazas de los bares, y restaurantes, ayudas a la contratación y al emprendimiento, entre otras.
Todos ellas pensando que es fundamental, y compartido por todos, que es necesario que las empresas y los autónomos resistan, que reciban ayudas que les permitan mantenerse y mantener empleo, para evitar un crecimiento desmesurado de trabajadores y trabajadoras que vayan al paro, personas que quieran trabajar y no puedan, que vean lastrados sus proyectos de vida y de futuro. Y para evitar un mayor descenso del consumo interno, con las repercusiones que esto tiene en nuestra provincia, cuya economía se sostiene principalmente por el sector servicios. Es importante asumir con humildad que no todo lo hemos conseguido. Por ejemplo, en algún sector económico y empresarial de nuestra provincia, han incumplido una parte del acuerdo de los ERTE, y a los trabajadores eventuales, en vez de incluirlos en estos, para que no les computase el desempleo, como al resto de los trabajadores, los mandaron sin contemplaciones al paro.
Señor Presidente de la Patronal Hostelera, es el momento de arrimar todos el hombro. Partidos políticos, gobiernos, empresarios, trabajadores y trabajadoras y nosotros las organizaciones sindicales. Para buscar oportunidades, para construir un futuro mejor para todos y todas, para aprovechar todas las sinergias y abordar el cambio de modelo productivo que lleva pidiendo a gritos nuestra sociedad, cuyos ejes centrales son la digitalización, y la transición energética, y al que están llamados todos los sectores económicos, sin olvidar también el sector servicios.
Ahí hemos estado CCOO, y esa va a ser la senda que vamos a seguir. La política se tiene que hacer para mejorar la vida de la gente. Eso es lo que yo llamo hacer política con mayúsculas. Y esa tarea, la reconstrucción social y económica de nuestra provincia, es nuestra mayor apuesta, para garantizar que el crecimiento económico futuro, se lleve a cabo pensando en una redistribución de la riqueza más justa y más equitativa. Esa es nuestra labor como sindicato de clase, labor que nunca hemos abandonado.