Las campañas de la iglesia de San Ginés de Guadalajara, el templo más céntrico de la capital, volverán a voltear para el día grande de la Fiesta del Corpus Crhisti después de año y medio sin poder escuchar sus toques al haber dejado de funcionar.
«Las dos campanas grandes llevan un año paradas porque los ejes están desequilibrados», ha señalado este cura tras reconocer que el coste podría rondar entre los 6.000 y los 7.000 euros «fácilmente».
De momento, lo único que funciona es el campanillo o campaña pequeña tras sustituirse en la década de los ochenta las dos campanas en las que ahora se va a actuar.
De hecho, algunos feligreses ya se han dirigido al párroco preguntándole qué pasa con las campanas reconociendo que quieren saber cuál es la razón por la que no tocan desde hace más de un año largo.
Unos trabajos que se van a acometer aprovechando otros de mayor trascendencia a lo largo de este primer semestre y de los que ya se ha iniciado una primera fase de desmontaje a la que se sumarán en próximos días la colocación de andamios, tratamiento de la propia fachada del templo, cuya piedra se está descascarillando por la humedad, las sales del agua y las goteras del tejado, y la reparación del tejado.
La fachada requiere ser tratada para evitar que se vaya consumiendo, ha manifestado el párroco, que ha añadido con respecto a la techumbre que requiere un tratamiento específico en el cual se contempla su sustitución debido precisamente a los problemas estructurales que tiene a nivel interno.
En una de las naves se ha observado que tiene sobrepeso de cemento y también que hay alguna viga con carcoma, problemas que tienen que solucionar para evitar «gastar muchos años, mucho dinero, y llega un momento de que es mejor hacer una inversión más fuerte y evitar problemas», ha precisado su párroco.
El presupuesto de las obras, que acaban de retomarse ya que desde la diócesis se ha preferido dejar pasar las fiestas navideñas dado el protagonismo que tiene este templo como escenario de la adoración de los Reyes al niño Jesús y paso de la cabalgata, asciende a más de 270.000 euros y no se descarta que incluso pueda subir algo más.
El hecho de que se haya decidido acometer todos estos trabajos de manera conjunta tiene como objetivo primordial el de conseguir un abaratamiento de las obras, una decisión que van a adoptar por propia recomendación ya que, entre otras cosas, el andamiaje es parte del presupuesto.
En todo caso, las obras no van a inhabilitar el templo para el culto sino que todo seguirá igual, al menos de momento», ha puntualizado Hernández.
Unos trabajos para los cuales habrá que pedir un crédito tal y como ha indicado Hernández, quien ha admitido que los propios fieles están informados al respecto con el fin de buscar apoyo para ello mediante colectas e iniciativas de distinto tipo porque «cuesta mucho», ha puntualizado, con la esperanza también de que desde la Dirección de Cultura de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha se pueda contar con alguna ayuda para ello.
De momento cuenta con algo de ayuda del Ayuntamiento de la capital gracias al convenio suscrito con las parroquias de Guadalajara.
