El Ayuntamiento de Guadalajara va a poner en marcha un programa educativo denominado ‘O2’ para menores que han sido expulsados de sus centros escolares, con el que pretende favorecer que estos adolescentes puedan alcanzar un reingreso satisfactorio a sus centros educativos, previniendo futuras expulsiones y reforzando, además, conductas positivas y habilidades sociales.
Tras precisar que en la ciudad no existía ningún recurso específico en el que se interviniera con estos menores y en el que se abordaran las circunstancias que se pueden encontrar en el origen de estos comportamientos, el Consistorio, en nota de prensa, ha explicado que dicho programa va dirigido a chicos y chicas de entre 12 y 16 años que estén cursando Educación Secundaria Obligatoria o Formación Profesional Básica que hayan sido expulsados de su centro educativo en un periodo determinado de antemano por acumulación de faltas a las normas de convivencia del centro o por haber realizado una conducta disruptiva grave y que asistan a un centro escolar de la ciudad.
El programa, que se desarrolla a través de la Concejalía de Educación que encabeza la Concejal María Ángeles García, se presentará en los 15 centros educativos de la capital, en los que se imparte Enseñanza Secundaria Obligatoria (ESO).
«Encaja en los programas de convivencia de los propios centros, para ayudar al alumnado cuyo comportamiento no es el adecuado en el aula ordinaria y que, por ello, tienen que salir temporalmente», ha explicado la edil María Ángeles García.
Tras cada visita a los 15 centros para exponer el programa educativo se firmará un convenio de colaboración con los que deseen adherirse al mismo. Su desarrollo se llevará a cabo en el Centro Joven de la capital en horario de mañana durante los meses coincidentes con el curso escolar.
«El programa permitirá que el alumno pueda seguir su plan de trabajo para no perder el ritmo de sus compañeros de clase y garantiza que la reincorporación al aula sea más adecuada», ha detallado la edil.
En paralelo, los estudiantes podrán adquirir herramientas con las que poder gestionar adecuadamente su frustración en el ámbito académico y social, así como aprender técnicas de resolución de conflictos y habilidades sociales, así como la potenciación de su autoestima o la interiorización de valores como el respeto y la tolerancia.
Como requisitos se necesita la voluntariedad del adolescente, el compromiso de los padres y/o tutores y la gestión de tareas escolares por parte del profesorado.
El Ayuntamiento aportará 14.000 euros anuales para el desarrollo de ‘O2’, que también cuenta con la colaboración de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha.