Antes de comenzar, y para evitar susceptibilidades, aclararé que la crítica va dirigida al Sr Blanco, alcalde de Azuqueca, como político, y no a la persona. Aunque él no tenga reparos como tal, en faltar a la verdad, negar la palabra dada, ningunear y faltar al respeto a quien no piense como él.
Una vez más presenciamos en un Pleno como faltó al respeto a los ediles de la oposición, dudando de nuestra capacidad intelectual y arremetiendo sin piedad contra uno de los concejales sin que le dolieran prendas. Hasta ahí, es un comportamiento lamentable del regidor que no nos sorprende porque es frecuente en él; pero en esa sesión del 25 de julio pasaron más cosas…
En el Pleno que se celebró en noviembre del 2018, el grupo municipal del PP presentó una moción solicitando que figurara en el callejo azudense, una calle o glorieta que llevara el nombre de las escritoras, historiadoras e investigadoras azudenses Laura y María Lara, en reconocimiento a su trayectoria profesional -de prestigio nacional e internacional-, y por abanderar el nombre de Azuqueca dentro y fuera de nuestras fronteras.
Incomprensiblemente el PSOE votó en contra de esa iniciativa, que salió adelante con el apoyo unánime de la oposición, entendiendo que las hermanas Lara son azudenses merecedoras de ese reconocimiento e investigadoras libres, es decir, no adscritas a ninguna ideología política… Y precisamente ese debe ser el problema: que no militan en el partido socialista, porque el pueblo está lleno de reconocimientos ‘a su gente’, sin que haya cabida para los demás.
“No se les va a poner ninguna calle ni glorieta”, fue la contestación del Sr Blanco a quien les escribe, pasando como una apisonadora por el acuerdo plenario… (y no es la primera vez que el alcalde de Azuqueca tiene este comportamiento).
Tras lo acontecido, tengo que decir que las hermanas Lara no tendrán su glorieta, (de momento), pero no les quepa duda que cuentan con el respeto y la admiración de quienes sí estamos por la cultura y el buen hacer.
Como decía mi madre, el tiempo hace justicia y pone a cada uno en su sitio. Así que el señor Blanco acabará cayendo por su propio peso y terminarán pasándole factura los derroches, los insultos y las descalificaciones.
Como les digo, solo es cuestión de tiempo.
