El Museo Torre del Vino de Socuéllamos acogió ayer un encuentro con importadores de vino organizado por la D.O. La Mancha bajo el título ‘Misión Inversa’. En total han participado una docena de importadores, siete de ellos procedentes de Colombia y Méjico, países que ya habían estado antes en La Mancha junto al Consejo Regulador, y cinco japoneses.
Una de las bodegas que ha participado en este encuentro ha sido la Cooperativa Cristo de la Vega, y los importadores han podido, además de catar diferentes vinos, descubrir de primera mano cómo es el funcionamiento de una bodega, desde la vendimia hasta las distintas fases de elaboración.
La concejala de desarrollo empresarial del Ayuntamiento de Socuéllamos, Mari Luz Fresneda, era la encargada de dar la bienvenida a la comitiva, que también ha visitado otras localidades como Villarrobledo, Tomelloso o La Solana. Fresneda se mostró muy agradecida a la D.O. La Mancha “por haber querido contar con Socuéllamos para este programa” y reafirmó el compromiso del Ayuntamiento “con todas las actividades que se propongan desde el Consejo Regulador de la D.O.”.
Por su parte, el responsable de la expedición, Juan Manuel Leal, confesó sentirse “encantados por estar en la Torre del Vino, un lugar incomparable en la Mancha” y explicó que el sentido de la ‘Misión Inversa’ es “traer importadores a la Mancha para que conozcan lugares emblemáticos como éste y el proceso de elaboración del vino D.O. La Mancha para que se animen a comprarlos y crezcan las exportaciones”.
Los vinos manchegos han calado especialmente en Méjico, país que ha experimentado un gran crecimiento, al igual que Japón. En su mayoría, los vinos importados son tempranillos jóvenes, tradicionales y crianzas con una muy buena relación calidad-precio.
