‘Aulas de familia’ es un espacio de reflexión, comunicación, intercambio y participación que a través de la Dirección General de Infancia y Familia del Gobierno Regional, y en colaboración con el Ayuntamiento de Manzanares, se han desarrollado durante el mes de noviembre en la localidad. Prado Zúñiga, concejala de Servicios Sociales, asistía a la última de las sesiones para comprobar con las familias el resultado de la experiencia.
La edil manzanareña ha destacado que el programa, “se ha pensado para dar esos mecanismos de apoyo a los progenitores ayudándoles en la crianza y educación de sus hijos e hijas”. De este modo, “les permite aumentar las capacidades y competencias parentales para que tengan una visión de la crianza y la familia satisfactoria y optimista”.
Aprender a gestionar conflictos o a asumir los cambios evolutivos de los menores, han sido algunos de los objetivos de esta iniciativa, “el más disruptivo es el de la infancia a la adolescencia”, y entre ellos se encuentran los temas de la comunicación con adolescentes, el uso y abuso de las nuevas tecnologías, la detección y prevención del consumo de drogas, o el cuidado de la autoimagen y las relaciones sociales, todos ellos abordados durante las cuatro jornadas de charlas llevadas a cabo en los Centros Sociales municipales.
Trabajar todos estos aspectos ha buscado mejorar “las relaciones familiares, y que los padres y madres sepan ejercer como tales, aunque a veces se puede diluir o verse mezcladas las funciones, pero en todo momento el padre y la madre debe saber qué posición ocupar, y este taller es muy favorecedor para que la armonía de la familia se consiga”.
Eduardo Herrera ha sido el responsable de la última de las sesión, que ha versado sobre el cuidado de la autoimagen y las relaciones sociales en la adolescencia. Herrera, además, abordó el problema del uso y abuso de las nuevas tecnologías y el juego online en la segunda de las sesiones. Para el ponente es importante que conozcan el uso de las tecnologías, y que se actualicen para conocer el buen uso y los riesgos de las nuevas tecnologías, y las redes sociales, especialmente con el objetivo de prevenir, “que estén ahí, supervisando dónde y cómo actúan sus hijos”, recomendaba el experto en la materia.
Ante el auge de las mismas, los menores cada vez más jóvenes disponen de dispositivos móviles con acceso a Internet, lo que hace que aumente el riesgo de un mal uso. Herrera recomendaba que los niños y niñas sólo deben tener un teléfono inteligente “cuando realmente lo necesiten. Para mí es una barbaridad que un niño o niña de 9 años tenga un teléfono, y es el regalo estrella de las comuniones, pero ya va en función de las familias; recomendamos que cuando realmente lo necesiten, y según también la madurez del menor”.
En Aulas de Familia, las problemáticas planteadas entre los propios usuarios y usuarias participantes han contando con grandes semejanzas entre unos y otros, de ahí el interés de este programa en sensibilizar a los adultos en estos temas educativos que les puedan ayudar con sus hijos e hijas.
