TodavÃa resuena en mis oÃdos aquel ‘soniquete’ de debates serios y sosegados, de noticias nacionales, regionales y locales por las mañanas en casa con olor a café y los ojos pegados. Sigo recordando como si fuera ayer los domingos en el coche con los goles en Las Gaunas o en el antiguo estadio de Atocha. Todo ello con un denominador común, la radio.
La radio es ese medio mágico que nos acompaña a cualquier hora del dÃa con una gran capacidad de inmediatez, cercanÃa e incluso, en muchas ocasiones, de compañÃa a quienes están solos. SerÃa muy complicado encontrar a alguien que no haya escuchado hablar o conozca la voz de los Herrera, Alsina, Francino, Pepa Bueno, Expósito y otros, voces que han narrado las hechos más importantes de la historia de nuestro paÃs.
Siempre he sentido envidia sana de lo que se dedican a ese medio que te atrae, al calor de esos estudio desde los que se lanzan las palabras y las noticias y llegan a través de las ondas a las casas, es la capacidad de poder contar en directo lo que ocurre en nuestra ciudad o región para que las personas que están interesadas en saber más de lo que les rodea puedan hacerlo.
Sin duda, la radio engancha, y gran parte de culpa la tienen los grandes profesionales de la comunicación con los que contamos en la región, gente dedicada y comprometida con la noble tarea de informar a los ciudadanos, que desmenuza dÃa tras dÃa la actualidad y la traduce para que llegue a las casas de forma que se pueda digerir fácilmente.
Es por eso que hoy, DÃa Mundial de la Radio, quiero mostrar mi más profundo respeto y mi total agradecimiento y admiración a todos los profesionales que se encargan de hacer radio cada dÃa en Castilla-La Mancha, gracias por ser la correa transmisora de la información, desde nosotros, los polÃticos, hasta los oyentes. Gracias por el buen trato, el respeto y la exquisitez con la que cada dÃa extraéis la sustancia del aluvión de información para trasladarla en forma de pequeñas pÃldoras e informar de nuestra actividad.