Los turistas eligen cada vez más la provincia de Albacete como destino para estas vacaciones estivales. A pesar de que es muy complicado competir con la oferta de sol y playa de nuestras comunidades vecinas, lo cierto es que hay quien prefiere la tranquilidad de la naturaleza y de la sierra para desconectar.
Y en eso, somos todo unos expertos.
Nuestra oferta se sustenta en gastronomía de calidad, buenos alojamientos, un trato directo y personalizado, y muchas actividades al aire libre: senderismo, barranquismo, rutas a caballo, descenso de canoa…
Todo esto ha hecho que en este verano, la ocupación hotelera en la provincia haya subido “un par de puntos” con respecto al pasado año, según ha explicado la gerente de la Asociación Provincial de Hostelería y Turismo de Albacete (APEHT), Begoña Garijo a soMos Castilla-La Mancha.
Según ha asegurado Garijo, el turismo en Albacete roza en julio el 70 por ciento de ocupación y en agosto se prevé que supere el 80 por ciento, aunque eso en puntos de la Sierra del Segura y de Alcaraz, y en La Manchuela, o en la Lagunas de Ruidera.
Y los pueblos con más demanda vuelven a ser Yeste, Riópar, Alcalá del Júcar y Ossa de Montiel, ha explicado la gerente.
Lo negativo es que en Albacete capital pasa justo lo contrario: julio y agosto con meses muy flojos. “En contraposición con la provincia, en la capital la ocupación está en torno al 35 por ciento”, ha asegurado.
Los puntos fuertes de nuestro turismo es “todo lo que tenemos que vender porque nuestra provincia es espectacular y es poco conocida” y la capital “también tiene sus atractivos” por lo que “promoción, promoción y promoción” es la solución.