La ONG WWF ha puesto el foco de la lucha contra el uso de cebos envenenados en Toledo, una de las provincias prioritarias por ser de las que más muertes por envenenamiento registran, razón por la cual ha liberado dos aves radiomarcadas para que sean «centinelas» de la presencia de veneno en sus zonas de campeo.
Se trata de ejemplares de dos especies en peligro de extinción, muy amenazados por el uso ilícito de veneno para el control ilegal de predadores. Los dos ejemplares son hembras, por un lado un milano real adulto, de nombre Canela, y por otro un ejemplar de águila imperial ibérica juvenil a la que se le ha dado el nombre de Iris.
Canela está asentada en el madrileño Parque Regional del río Guadarrama, cerca del límite provincial con Toledo, en la comarca donde el pasado enero se encontraron envenenados siete ejemplares de esta especie, en el municipio de Moraleja de Enmedio, tal y como ha informado WWF en nota de prensa.
Por su parte, Iris ha sido marcada en el norte de la provincia de Toledo en una zona de alimentación para esta especie, como es gran parte de la provincia. En el mismo nido fueron marcados los otros dos hermanos, uno por GREFA y el otro por la Junta de Castilla-La Mancha, a través del servicio provincial de política forestal y espacios naturales de Toledo.
El propósito del marcaje es combatir el uso de cebos envenenados, una de las prácticas más dañinas para la conservación de especies amenazadas.
Para ello, todos los ejemplares llevan emisores ligeros con una tecnología que permite intervenir rápidamente en caso de que se produzca un envenenamiento, un disparo o una electrocución.
Así, se pueden tomar medidas recuperadoras, facilitar la intervención de los agentes de la autoridad y denunciar actos delictivos en caso de que se produzcan. En la última década, esto ha facilitado la investigación de varios casos y su posterior sanción.
TOLEDO, ENTRE LAS PROVINCIAS PRIORITARIAS
Varios de los marcajes se están realizando en Toledo o en provincias limítrofes como Madrid o Ávila, donde los ejemplares utilizan la provincia castellano-manchega como zona de alimentación en distintos momentos.
La importancia para la conservación de esta provincia es enorme ya que, por su elevada disponibilidad en conejos, atraen águilas imperiales y buitres negros de toda la península, sobre todo, en etapas juveniles o preadultas.
Por ello, WWF resalta la enorme responsabilidad de esta provincia en la lucha contra el veneno. Toledo es la provincia que alberga un mayor número de parejas de águilas imperiales y también la que ha sufrido más casos de envenenamiento de esta especie en la última década, siendo la cuarta en envenenamientos de buitre negro.