La Unidad de Radiología Intervencionista del Complejo Hospitalario de Toledo ha incorporado la embolización arterial en el síndrome de ‘hombro congelado’, convirtiéndose en el segundo centro de España donde se realiza este procedimiento mínimamente invasivo.
¿QUÉ ES LA EMBOLIZACIÓN ARTERIAL?
Según define el Instituto Nacional del Cáncer es un «procedimiento mediante el que se impide el suministro de sangre a un tumor o un área de tejido anormal».
¿Y QUÉ ES EL SÍNDROME DEL «HOMBRO CONGELADO»?
La doctora Ana Puentes, del servicio de Rehabilitación, ha explicado que el síndrome del ‘hombro congelado’ es una patología que se caracteriza por un cuadro de inicio brusco de limitación progresiva de la movilidad, tanto activa como pasiva, en esta articulación que produce dolor y que afecta entre el dos y cinco por ciento de la población entre 50 y 60 años, mayoritariamente hombres.
El tratamiento es integral en el servicio de Rehabilitación, abordando tanto el dolor mediante tratamiento analgésico-antiinflamatorio, ya sea con medicación oral, infiltraciones intraarticulares, electro-termoterapia, incluso bloqueos nerviosos, como la movilidad mediante cinesiterapia, además de ejercicios domiciliarios varias veces al día.
No obstante, en algunos casos cuando persiste una importante limitación funcional del hombro y no sirven sólo los tratamientos habituales o conservadores hay que dar un paso más hacia los tratamientos invasivos.
Para evitar las intervenciones quirúrgicas, el centro sanitario toledano ha incorporado esta nueva técnica mínimamente invasiva de la que ya se han beneficiado dos pacientes con muy buenos resultados, tal y como ha indicado el doctor Carlos Lanciego, responsable de la Unidad de Radiología Intervencionista del Hospital de Toledo.
¿CUÁL ES EL AVANCE?
Este especialista ha indicado que se trata de acceder con un catéter por la arteria femoral hasta llegar a la arteria subclavia-axilar del hombro afectado para estudiar las ramas que irrigan la articulación del hombro, que son aquellas afectadas por la inflamación crónica del mismo, y seleccionar las que se van a taponar o embolizar, con una emulsión de antibiótico y contraste yodado que forma pequeños cristales.
De esta manera, ha señalado el doctor Lanciego, se trata la zona inflamada con exceso de vasos anómalos, lo que hace desaparecer los síntomas clínicos en los días posteriores. Así, el paciente recibe el alta al día y reinicia un programa de rehabilitación intensiva en los dos o tres días posteriores, en el que participan un numeroso grupo de profesionales, y se revisa periódicamente en consulta externa.