Los sindicatos SATSE, CSIF, UGT, USAE y SIC-GS han denunciado el cierre de camas durante el periodo estival en el Complejo Hospitalario de Toledo al igual que el año 2017, mientras que otros hospitales del Sescam «conservan todos sus recursos».
Según señalan en nota de prensa, el pasado 22 de mayo, la Junta de Personal del Área 1 de Toledo, solicitó al Gerente del Complejo Hospitalario información referente a las posibles modificaciones a llevar a cabo durante el periodo estival en el Centro Hospitalario.
En concreto, según describen, la solicitud iba dirigida a conocer los motivos que podían justificar un cierre de camas en el hospital, el porcentaje de sustitución de los profesionales y la afectación que estas medidas iba a producir tanto en trabajadores como en la asistencia al paciente. «A fecha de hoy y con más 40 camas ya cerradas desde el 1 de julio, no se ha recibido ninguna respuesta», aseguran desde el sindicato.
«A pesar de que en noviembre de 2016 la Inspección provincial de trabajo y seguridad social emitió un requerimiento a la Gerencia por la infracción cometida por el mismo motivo (no informar ni dar participación previa del cierre de camas, sus causas y sus efectos a los representantes de los trabajadores), de nuevo la Gerencia reincide en su actuación, por lo que una vez más todos los sindicatos que representan a la Junta de Personal, interpusieron una denuncia ante la Inspección de Trabajo por el mismo motivo que la del 2016 a la espera de nuevo requerimiento», han recordado.
A eso se suma, según describen, que no se ha mejorado la precaria situación «respecto a años anteriores» en los hospitales de Toledo, «siendo la comparativa respecto al año 2017 la peor de todo el Sescam ya que el Hospital de Ciudad Real no supera las 25 camas cerradas, Guadalajara pasa de 94 a 75 camas cerradas, Albacete y Cuenca conservan todos sus recursos no cerrando ninguna cama y en cambio, Toledo conserva su cifra de cierre respecto al año pasado con un total de 167 camas a partir del 15 de julio».
«A pesar de proceder a principios de verano al cierre, a las pocas semanas se han tenido que reabrir unidades como ha sucedido con la planta cuarta de maternidad, generando numerosos problemas colaterales por esta imprevisión, ya que todos los profesionales adscritos a esta unidad se encuentran repartidos por el hospital, por lo que hay que proceder para su apertura a la contratación de nuevos profesionales que no conocen el servicio y, en muchos casos, el conocimiento general del propio hospital. Además, claramente la falta de camas es un riesgo de colapso en el servicio de urgencias y espera de pacientes tanto para ser atendidos como para ser ingresados», ha afirmado.