Llega la navidad, las cenas, las prisas, las luces en las calles… y las cartas a los Reyes Magos y los anuncios de juguetes. Aunque los que somos padres tenemos la suerte de disfrutarlos todo el año es ahora cuando las cosas para niños copan la publicidad en la tele, en las vallas publicitarias o en los buzones que se llenan de catálogos. Y, aunque hay empresas que se están poniendo las pilas, cada año se repite la misma historia: Páginas rosas llenas de muñecas y cocinitas con fotos en las que se solo juegan… sí, niñas. Y páginas azules con coches y superhéroes con los que solo juegan… oh sorpresa, niños.
¿En 2019 también tendremos que explicar por qué esto está mal? ¿Muy mal? Espero que no, pero como aún estamos en 2018 lo voy a hacer.
A las niñas no les gustan las muñecas por ciencia infusa (de hecho, hay niñas a las que no les gustan las muñecas y no pasa nada), pero las niñas no viven en una burbuja: ven la tele y miran los catálogos, y lo que les dicen es que eso es lo que tienen que pedir ellas. Lo mismo pasa al revés: a un bebé, niño o niña, le encantarán los Nenucos, pero la sociedad les manda mensajes en los que les dice que eso no es para ellos, y los niños, claro, reciben esos mensajes.
Y es peor con los colores: Peppa Pig va vestida de rosa, George de azul; Chase de azul, Skye de rosa; Ben de azul, Holly de rosa.. ¿Les da alergia el rosa a los niños? Sorpresa de nuevo, no.
Muchos piensan que son cosas de niños, pero no es verdad, porque los niños crecen. Los niños crecen y les dicen a sus amigos que el rosa es de niñas, y con esta “niñería” empieza el bulling, así, sin darnos cuenta.
Pero hay más, porque a largo plazo les estamos dando otro mensaje: que las “cosas de niñas” (muñecas, cocinitas, podéis seguir vosotros mismos la lista) son también cosas de mujeres, y así no vamos a acabar con las desigualdad ni en un millón de años, porque nos enseñan a ser machistas desde pequeños sin que, otra vez, nos demos cuenta.
Y por esto hay que trabajar, hay que poner en marcha campañas contra los estereotipos, los juguetes no tienen género y los colores tampoco y hay que visibilizar a las mujeres, pero esa es otra lucha. Por favor, administraciones públicas, tomen nota.
Pero es una labor de todos y empieza en el momento en que te preguntan si el juguete que vas a comprar es para niño o para niña y respondes que no crees que se necesiten los genitales para usarlo. Hacedlo, se lo pensarán la próxima vez.
Y sé que esto se llenará de comentarios que irán desde “cuanto tiempo libre tienes para analizar los dibujos” hasta “siempre ha sido así y no nos ha pasado nada” o los que insistirán en que sí que hay cosas que son para niñas por naturaleza. Precisamente por eso en 2018 tenemos que seguir explicando porque Todo es para Todos y Todo es para Todas.
Talía Nieto
