Las especies de pájaros que viven en islas han evolucionado hacia cerebros más grandes que sus parientes del continente, según revela un estudio internacional liderado por los investigadores del Centro de Investigación Ecológica y Aplicaciones Forestales (Creaf) Ferran Sayol y Daniel Sol.
El trabajo, que publica ‘Nature Communications’, analiza el tamaño del cerebro de 11.500 individuos de 1.900 especies de aves, tanto insulares como continentales.
Las islas tienen ciertas particularidades que hacen que la vida sea diferente a la del continente: ya desde Charles Darwin y sus pinzones de las Galápagos, la comunidad cientÃfica ha considerado las islas un laboratorio natural idóneo para estudiar la evolución.
A partir de reconstruir los cambios que el cerebro ha experimentado en los últimos 60 millones de años, los autores del trabajo concluyen que las diferencias en el tamaño del cerebro son el resultado de cambios evolutivos que se produjeron después de la colonización de las islas.
«Con nuestro estudio sugerimos que la razón por la que las especies isleñas tienen cerebros más grandes que sus parientes continentales es que un cerebro grande les permitirÃa afrontar mejor unas condiciones ambientales más inestables«, explica Sayol.
Las islas tienen unas condiciones ambientales que, de un año a otro, pueden cambiar mucho pero, a diferencia de lo que ocurre en los continentes, los animales no pueden irse a un lugar mejor cuando las condiciones se deterioran.
DESARROLLAR UN CEREBRO GRANDE
Por lo tanto, una solución es desarrollar un cerebro grande que permita generar nuevos comportamientos y buscar nuevas fuentes de alimento.
«Un cerebro grande es energéticamente costoso y requiere mucho tiempo de desarrollo, pero ofrece grandes recompensas, y los humanos somos un gran ejemplo: el tamaño extraordinariamente grande de nuestro cerebro nos ha permitido colonizar casi todas las regiones de la Tierra», concluye el director del estudio e investigador del CSIC en el Creaf, Daniel Sol.