Un estudio del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) coloca a Las Tablas de Daimiel como ejemplo de buena gestión por parte de la Administración, el trabajo realizado en el humedal interior de las Tablas de Daimiel, en Ciudad Real.
Según este estudio, este humedal ha estado «afectado históricamente por la sobreexplotación del acuífero que lo alimenta», ante lo que las recientes actuaciones de compra de tierras agrarias y de derechos de uso de agua por la administración «están generando un impacto positivo hacia usos del suelo más naturales y sostenibles».
El mismo informe revela otros aspectos como que Teide, en la isla de Tenerife; y Doñana, en Huelva, son los parques más amenazados de la Red de Parques Nacionales de España.
Entre los parques que presentan mayor sostenibilidad ambiental, se encuentran Aigüestortes i Estany de Sant Maurici, en el Pirineo leridano; Ordesa y Monte Perdido, en el Pirineo oscense, y Caldera de Taburiente, en la isla canaria de La Palma. Además, el estudio señala que los parques nacionales experimentan menos cambios de uso de suelo y menos incendios forestales que sus zonas periféricas.
El trabajo, publicado en la revista ‘Applied Geography’, ha analizado las tendencias sobre sostenibilidad ambiental en 12 de los 15 espacios de la Red de Parques Nacionales de España, la red de protección más antigua del país, entre 2005 y 2011. Entre estos años, se realizó el estudio de los cambios de uso del suelo, que proporciona el proyecto europeo ‘Corine Land Cover’, dirigido por la Agencia Europea de Medio Ambiente.
Por otra parte, para investigar los datos sobre la extensión de los incendios forestales en España en el mismo periodo de años, los científicos recurrieron a datos del ‘Joint Research Centre’, de la Comisión Europea.
Además, el trabajo distingue tres zonas diferentes: los parques nacionales, las zonas periféricas de protección de estos parques y las áreas de influencia socioeconómica. El investigador del CSIC David Rodríguez apunta que «es fundamental evaluar la sostenibilidad del espacio natural protegido pero también de su entorno, ya que en esas zonas se generan muchas de las presiones que amenazan o deterioran la biodiversidad en el interior de los espacios protegidos».