El vicepresidente de Castilla-La Mancha, José Luis Martínez Guijarro, ha hecho referencia al trabajo de los miembros de Podemos dentro del Ejecutivo autonómico desde su entrada este verano, asegurando que el Consejo de Gobierno en su conjunto «se encuentra cómodo en la situación actual», ya que tras dar cabida a José García Molina e Inmaculada Herranz «es la primera vez que se ha conseguido estabilizar la región con normalidad presupuestaria».
Al respecto de estos textos legislativos en proceso, ha dicho que la Ley de Participación Ciudadana estará lista en el siguiente periodo de sesiones, ya que está «muy avanzada» debido a que su trámite arrancó al principio de la legislatura.
PARTICIPACIÓN DIRECTA DEL CIUDADANO
En este marco normativo «se avanzará mucho en muchas cuestiones, sobre todo en los procedimientos de participación directa de cualquier ciudadano con la Administración», con el objetivo de «dar más agilidad» a las relaciones con el Gobierno «e intentar que los ciudadanos se impliquen de manera más directa».
Sobre la norma que convertirá en ley el Plan de Garantías Ciudadanas para blindar una renta garantizada, vivienda y pago de suministros a los más necesitados, Martínez Guijarro ha avisado de que «es más complicada desde el punto de vista jurídico y presupuestario», ya que «supone un cambio en el modelo de gestión de ayudas en la región».
Por ello, no cree que pueda estar lista hasta después de verano, si bien ha hecho un llamamiento al Partido Popular para que apoye su tramitación y reciba el visto bueno unánime de todo el Parlamento regional. «Será una ley de mucho calado y su implantación tiene que ser a medio plazo de manera progresiva, y la unanimidad sería lo deseable».
HABRÁ MÁS LEYES, PERO NO DE MEMORIA DEMOCRÁTICA
Sobre el resto de proyectos en los que Podemos también se implicará, ha indicado que hay muchos textos legislativos en previsión que ya se están impulsando y que estaban recogidos en el acuerdo de investidura con la formación morada, como la Ley de Vivienda, modificación de la Ley de Ordenación del Territorio o «políticas en favor del colectivo LGTBi».
Lo que sí ha rechazado el ‘número dos’ del Ejecutivo de Emiliano García-Page es sacar adelante la Ley de Memoria Democrática que Podemos quiere llevar a las Cortes en una segunda intentona, medida que ya fue rechazada en el pasado.
Según ha dicho, el Gobierno «no tiene planteada» una ley «en ese formato». «Ellos tienen ese planteamiento pero no es uno de los proyectos de ley que hayamos planteado en 2018. El Gobierno no está trabajando en ese texto ni creemos que vayamos a hacerlo en el 2018», ha zanjado.
LA CRISIS DEL 7 DE ABRIL «DAÑÓ MUCHO LA IMAGEN DE PODEMOS»
Sobre la ruptura entre Podemos y el Gobierno escenificada el pasado 7 de abril con el rechazo de la formación morada por sorpresa de los presupuestos regionales para 2017, Guijarro ha manifestado que ese movimiento «dañó mucho la imagen de Podemos» en los días sucesivos, por lo que los dirigentes de este partido «tuvieron que buscar una salida» que pasó por sacar adelante unas nuevas cuentas tras entrar en el Gobierno.
Martínez Guijarro, que ha reconocido que se llegó a barajar el adelanto electoral en plena crisis, ha confirmado que incluso se estuvieron estudiando fechas y plazos para poner en marcha las urnas. «Teníamos claro que un adelanto electoral tenía como inconveniente que sería para media legislatura, por lo que era una opción poco deseable».
Incluso, ha dicho, «hubo movimientos internos en Podemos que contribuyeron meses después a que éstos tuvieran una predisposición para volver a tramitar los presupuestos como la solución más factible». En aquél momento -y también en este-, según Guijarro, el resultado de las encuestas que manejan es que el PSOE «es el partido más votado».
En los últimos meses, con Podemos en el Gobierno, reconoce que «han desaparecido de la oposición», algo lógico a su juicio. «Si se está en el Gobierno no se puede estar en la oposición al mismo tiempo. Es cierto que PSOE y Podemos no son lo mismo, pero cuando estás en el Gobierno puedes tener como ventaJA una mayor visibilidad, pero la dificultad de que los planteamientos en el Parlamento en formas y fondo tienen que ser de manera distinta».