El Hospital General de Villarrobledo, centro dependiente del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (SESCAM), ha puesto en marcha recientemente una Unidad de Nutrición Clínica que intentará mejorar la calidad de la asistencia hospitalaria y reducir el porcentaje de desnutrición de los pacientes.
La nueva Unidad es multidisciplinar, intervienen profesionales de distintas especialidades, y nace con el objetivo de mejorar o conservar un adecuado estado de nutrición del paciente, además de velar porque después del alta hospitalaria estas personas continúen con un buen estado nutricional.
Tal y como ha subrayado la doctora Rosa Quílez, médico especialista en Endocrinología de la Gerencia de Villarrobledo, las principales funciones de la Unidad de Nutrición son “valorar el estado nutricional de los pacientes” y “decidir de manera conjunta con cada uno de ellos la mejor intervención nutricional”.
Cuando el paciente no pueda ingerir alimentos por vía oral o la ingesta sea insuficiente, se valorará otras opciones como la administración artificial de nutrición, ya sea intravenosa o por sonda.
Además, se hace un seguimiento diario de cada una de las intervenciones realizadas, con ajuste de fórmulas de nutrición, así como petición de analíticas u otras pruebas en caso de ser necesarias.
Las diferentes complicaciones que pueden aparecer cuando la administración de nutrientes se realiza por vía artificial serán también tratadas por los especialistas de la Unidad de Nutrición Clínica del Hospital de Villarrobledo. En este caso, cobra gran importancia que exista una correcta adecuación con el tratamiento farmacológico.
LA DESNUTRICIÓN, PRESENTE EN EL 25% DE LOS PACIENTES
La doctora Quílez ha recordado que, según estudios publicados en nuestro país, la prevalencia de desnutrición hospitalaria está presente en casi el 25 por ciento de los pacientes ingresados.
“La consecuencia de esa elevada tasa se traduce en un aumento de complicaciones intrahospitalarias como pueden ser el aumento de infecciones, retardo de consolidación de fracturas, retardo de la cicatrización de las heridas, aumento de las úlceras decúbito y atrofia muscular, por poner algunos ejemplos”, ha explicado la especialista en Endocrinología y Nutrición.
Por tanto, la desnutrición asociada a la enfermedad puede tener consecuencias importantes para la salud como son el incremento de las probabilidades de mortalidad, complicaciones en el estado clínico y prolongación de la estancia hospitalaria. A través de una mejor alimentación y de terapias nutricionales, el Hospital General de Villarrobledo pretende mitigar estos problemas.
El nuevo equipo de trabajo está integrado por médicos especialistas en Endocrinología y Nutrición, farmacéuticos especialistas en Farmacia Hospitalaria, dietistas y personal de enfermería. Además cuenta con el apoyo de otros profesionales como logopedas, psicólogos, técnicos auxiliares de cuidados de enfermería y personal de cocina. Todos ellos trabajan interrelacionados para lograr su principal objetivo: una mejor nutrición del paciente.
Las principales integrantes de este equipo de trabajo son las endocrinas Rosa Quílez y Macarena Moreno, las farmacéuticas Mari Carmen Rodríguez y Nuria Monteagudo y Ana Isabel Fernández, la dietista Mar Navarro, y las enfermeras Mercedes Cuevas y Ana Isabel Fernández.