Ayer comenzó en Albacete el juicio contra cuatro acusados de prostituir y agredir sexualmente a una menor en Albacete, y hoy la Sección segunda de la Audiencia Provincial ha acogido una nueva sesión en la que ha declarado, entre otros, la víctima.
Su relato ha estremecido a los asistentes a la sala, entre los que se encontraban los acusados, a los que por cierto ha reconocido uno a uno, tras el biombo desde el que ha declarado.
La discusión con su familia fue el detonante que le hizo salir a buscar trabajo como camarera por los bares de Albacete, entonces solo tenía 17 años, y cuando fue pedir un empleo al Agua Viva, un individuo la escuchó, y le propuso trabajar en un bar de su propiedad que iban a abrir en próximas fechas.
Pero lo que parecía una oferta de trabajo legal, terminó convirtiéndose en una trampa, a la que accedió, sí, pero una trampa para una menor.
“Tras varios días me explicaron lo que hacían allí”, aseguraba muy nerviosa: “Prostitución”. Le explicaron las condiciones, lo que iba a ganar –de 40 euros, 20 para ella y 20 para la dueña de la casa de citas- y ella accedió.
“Se ganaba un buen dinero y dije que me parecía bien, pero puse como condición que fueran chicos jóvenes, de como mucho 30 años”, explica la víctima.
Pero una de las partes más importantes de su relato, es que ha confirmado, en varias ocasiones, que las responsables del “negocio” conocían que era menor de edad.
“Les dije que tenía 17 años, ellas lo sabían y me dijeron que no había problema mientras no se lo dijera a los clientes”, ha asegurado.
De esa forma comenzó a prostituirse para ellos, en un lugar en el que les decían que ellas “no eran putas, sino princesas”, y tras tomarle fotografías, muchas completamente desnuda.
LOS HECHOS
El escrito de acusación de la Fiscalía recoge que, sobre las 21.30 horas del día 16 de diciembre de 2015, una de las procesadas contactó con la víctima, de 17 años de edad en ese momento y pese a haber sido informada por la menor de su edad, le propuso ejercer la prostitución, para lo cual la llevó a un piso en Albacete y le explicó que la «jefa» era la otra acusada, a la que le tendría que dar la mitad del precio de cada relación sexual que mantuviera.
También le informó de que tenía que estar a disposición de ellos para acudir al domicilio en cuanto le avisaran de que había un cliente solicitando sus servicios y que también tenía que hacerse unas fotos desnuda, para que las viera la jefa y para luego poder mostrarlas a los clientes, a lo que accedió la menor.
Al día siguiente, sobre las 9.00 horas, la menor acudió al domicilio indicado para entrevistarse con la jefa, que reiteró a la joven, a sabiendas de que era menor porque ella se lo dijo, las condiciones en las que iba a ejercer la prostitución. Le llegaron incluso a ofrecer prostituirse en Benidorm, a cambio de una parte de los beneficios.
Sobre las 10.30 horas del día 18 de diciembre de 2015, la menor acudió al domicilio, donde permaneció hasta las 4.00 horas de la madrugada, manteniendo relaciones sexuales con dos clientes que le pagaron 200 euros, de los cuales la víctima sólo percibió 20 euros.
El día 19 de diciembre de 2015, el cuarto procesado, junto con la acusada llevaron a la menor a una fiesta que se celebraba en un establecimiento de Albacete, donde estuvieron ofreciendo los servicios sexuales de la menor a todos los asistentes.
En diferentes momentos de la fiesta el procesado pidió a la menor que le acompañara al baño, donde le suministró cocaína, y una vez que abandonaron el lugar, en el portal del domicilio, el acusado agarró a la joven fuertemente del pelo y la obligó a practicarle una felación en contra de su voluntad, diciéndole que era para pagar el precio de la cocaína que había consumido.
Las dos procesadas, a su vez, tomaron las fotos que le habían hecho a la menor desnuda y las mostraron en diversos portales de anuncios de Internet para ofertar sus servicios sexuales.
Además, la acusada durante todos los días que la menor estuvo en el domicilio ejerciendo la prostitución, le facilitó cocaína, que la menor consumió en varias ocasiones.
Los cuatro acusados, dos hombres y dos mujeres, están acusados de dos delitos contra la libertad sexual, otro de agresión sexual y otro contra la salud pública. El Ministerio Fiscal pide por ellos cuatro años de prisión para uno de los acusados, siete para otra, 15 para una tercera acusada y 20 años de cárcel para el cuarto.
(HABRÁ AMPLIACIÓN)