Laura Díaz-Perona es una albaceteña que, como muchos niños y adolescentes, consiguió superar el acoso escolar que sufrió durante el instituto. Ella ha querido contar su propia historia de superación y reflejarla en su nuevo libro, “Espinas en el patio”.
Según ha contado la autora a SomosCastillaLaMancha, su obra es “una llamada de esperanza a decir que se puede salir del acoso con ayuda”, y donde busca, por un lado, ayudar a aquellas personas que están sufriendo la misma situación y, por otro lado, invitar a los niños que realizan este acoso a empatizar con los demás.
Su libro es una reivindicación de que todos podemos ser diferentes y de que es necesario dejar a un lado la vergüenza y pedir ayuda en situaciones como estas. “Pedir ayuda no te hace débil, todo lo contrario, te hace fuerte por el hecho de reconocer que tienes un problema”, cuenta Laura, quien espera llegar al corazón del lector a través de una lucha tan importante y de la que quiere formar parte.
TODO COMIENZA CON UNA PEQUEÑA BROMA
Laura sufrió acoso escolar durante 5 años de su adolescencia, y todo comenzó con una broma. Para ella, al principio también se trataba de una broma, pero después de unos meses se dio cuenta de que no podía salir de ella. “Me empecé a venir abajo y desconfiaba de todos, de mis padres, de mi entorno más cercano e incluso de mi propia sombra”, explica, tras lo que entró en un bucle de dolor y autocrítica.
Sin embargo, consiguió salir adelante gracias a la ayuda de un observador y de su propia madre, quien se miraba al espejo junto a ella para repetirle una y otra vez lo mucho que valía, que no pasaba nada por ser diferente y que tenía que quererse ella misma.
Problemas alimenticios o comentarios como “si se meten contigo por algo será” son solo una parte de las situaciones que tuvo que vivir Laura y que refleja en su libro, que presentará oficialmente durante esta tarde a las 18:30 horas en el Salón de Actos de la UNED (Albacete).
MENSAJE PARA LOS PADRES Y LOS PROFESORES
Esta experiencia de superación ha logrado convertirse en algo positivo para Laura, ya que a pesar de haberlo pasado muy mal, esto la ha convertido en una persona fuerte. Ha querido dejar un mensaje para los padres de estos niños, y es que no se sientan impotentes, que hablen con sus hijos y que estén pendientes de cualquier síntoma de alerta.
Por su parte, deja otro mensaje para los profesores, y es que la escuela es un lugar donde también se educa a los niños y donde estos pasan casi 8 o 9 horas al día, por lo que es necesario que les ayuden. “Antes no había nada, pero ahora hay muchos más protocolos de actuación, metodologías”, a lo que añade que “es devastador verte completamente solo en un sitio donde pasas la mayoría de tu día”.
Finalmente, Laura ha querido recordar a los niños que sufren esta situación que el mejor remedio es hablar, contar aquello por lo que están pasando. “Lucha, eres muy especial, y nadie puede pasarte por encima”, recuerda. Al fin y al cabo, “como decía mi madre, no pasa nada por ser diferentes, y como decía mi padre, gritar no vale de nada pero callarse vale menos”.