El Gobierno de Castilla-La Mancha impulsa, a través de la Consejería de Agricultura, Medio Ambiente y Desarrollo Rural, la creación de la Asociación de Denominaciones de Origen Vinícolas (ADOVIN) que aunará a las nueve DOs del vino con que cuenta nuestra región en torno a una estrategia común en materia de protección y promoción y cuyos estatutos podrían aprobarse antes de que finalice este año.
Así lo ha avanzado el máximo responsable autonómico de Agricultura, Medio Ambiente y Desarrollo Rural, Francisco Martínez Arroyo, tras participar este miércoles en Bérgamo (Italia) en la Conferencia G7GI que, como preludio al encuentro que mantendrán este fin de semana en la ciudad lombarda los ministros de agricultura del G7, ha tratado de manera monográfica la intensificación de las medidas de protección a nivel internacional de las indicaciones geográficas de carácter agroalimentario.
Martínez Arroyo ha adelantado que ADOVIN -en la que participarán las DO La Mancha, Méntrida, Manchuela, Valdepeñas, Jumilla, Almansa, Ribera del Júcar, Mondéjar y Uclés- servirá de herramienta para «blindar nuestros nombres» ante terceros países con los que se están alcanzado acuerdos, «para que nadie pueda usarlos y confunda a los consumidores».
Asimismo, la nueva asociación regional será de especial utilidad para aunar todas las iniciativas en materia de promoción del vino que se están desarrollando desde el Gobierno de Castilla-La Mancha a favor de «la planificación que apuesta por la calidad desde la uva al vino».
Horizonte de facturación: 2.500 millones de euros
Martínez Arroyo ha agradecido la colaboración de las nueve denominaciones de origen implicadas en el desarrollo de esta estrategia de apoyo al sector vitivinícola; un sector «cada vez más competitivo y rentable» y cuyo horizonte se encuentra en una facturación de 2.500 millones de euros en el plazo de entre 5 y 10 años, lo que supondría el incremento de un 4 por ciento del PIB regional.
El consejero ha valorado igualmente la importancia de las políticas que se están impulsando a través de la Asociación de Regiones Europeas Vitivinícolas (AREV), de la que es presidente el jefe del Ejecutivo castellano-manchego, Emiliano García-Page, así como las iniciativas del propio sector en su apuesta por las denominaciones de origen y en la defensa del «valor de marca» en los acuerdos que está firmando la Comisión Europea con terceros países.
Francisco Martínez Arroyo ha puesto de relieve el peso específico en la toma de decisiones y la capacidad de influencia que ostenta Castilla-La Mancha con la actual presidencia del jefe del Ejecutivo autonómico, Emiliano Garcia-Page, de la Asociación de Regiones Europeas Vinícolas (AREV).
En esta misma línea el titular regional de Agricultura, Medio Ambiente y Desarrollo Rural ha expresado su satisfacción por el documento político elaborado por los participantes en la Conferencia G7GI que precisamente hace hincapié en la apuesta por las indicaciones geográficas agroalimentarias y, en concreto, por «vincular el vino de mayor calidad al origen«.