El grupo de investigadores del yacimiento de Lo Hueco, localizado en Fuentes (Cuenca) y cuya excavación concluyó el 5 de diciembre de 2007, centran en la actualidad parte de sus esfuerzos en la realización de estudios de paleontología virtual sobre el material recogido entonces para conocer, según el paleontólogo Francisco Ortega, «cuáles son sus límites biomecánicos, hasta dónde se pueden mover, qué carga soportan, cómo son sus consumos energéticos», estudiándolos «casi como si fuesen organismos vivos».
El experto rememora cómo, entre julio y diciembre de 2007 lograron extraer una colección «inmensa» que supera los 10.500 registros y parte de la cual se custodia ahora entre la nave de un polígono de Cuenca capital, el Museo de Paleontología y el de las Ciencias.
No obstante, lo que, a su juicio, da «idea de la inmensidad del hallazgo» es el hecho de que antes de Lo Hueco «no se conocía ningún dinosaurio saurópodo en el cretácico superior de la Península Ibérica del que estuviésemos seguros que hubiese dos huesos que pertenecían al mismo individuo».
En este yacimiento se encontraron más de veinte ejemplares de saurópodos parcialmente completos, además de mucho material aislado perteneciente a cocodrilos, peces o lagartos, por lo que «prácticamente dobla la información que teníamos en toda Europa de este tipo de ecosistemas en ese momento concreto de finales del cretácico, hace 75 millones de años».
«Lo Hueco ha permitido reinterpretar el cretácico superior de Europa y dar una nueva visión de todo el registro que conocíamos y que es con la que estamos trabajando actualmente», ha espetado, al tiempo que ha dicho esperar que, en un futuro, también aporte «una idea magnífica de cómo son los pequeños dinosaurios carnívoros», cuyo registro en Europa es «muy escaso» y que también son «objetivo prioritario» de análisis, aunque se trata de organismos «tremendamente complejos».
Tras avanzar que, en un futuro, quedarán descritas alrededor de diez nuevas formas de dinosaurios procedentes de la fauna exclusiva de Lo Hueco, Ortega ha puntualizado que los investigadores tan solo están «empezando» su labor, ya que, de momento, han procesado un 20% de la información extraída de la excavación, sobre la que trabajan expertos de la UNED, la Universidad Autónoma de Madrid, la Universidad Complutense, la Universidad de Alcalá o el Museo de Ciencias Naturales.
Lo Hueco es, ha defendido, «un buen informador», por lo que continuarán «preguntándole cómo era la geología, el clima, la flora, la fauna y los procesos evolutivos en el cretácico para extraer conclusiones con las que interpretar el mundo actual».
Entre los retos, Ortega insta a reflexionar también no solo en relación a «lo que aporta el yacimiento de Fuentes al mundo, sino también sobre qué aporta el yacimiento a Fuentes, intentando generar actividad que también le reporte algún retorno» al municipio.
Asimismo, ha admitido que es necesario «trabajar más la estructura de Lo Hueco, que es casi una marca» surgida a partir de un yacimiento que vino a «popularizar la paleontología y cuyos gigantescos dinosaurios consiguen atraer la atención del público, además de generar recursos culturales». «Hace quince años hablabas de dinosaurios en Cuenca y te miraban con cara rara y ahora es un concepto que la gente identifica», resuelve Ortega, convencido de que «nos encontramos muy al principio de la utilización de estos recursos como reclamo cultural».
«Lo Hueco nos convence a todos de que lo de los dinosaurios de Cuenca va en serio y a partir de ahora queda un camino por desarrollar, pero estamos en ello», ha concluido Ortega, que, junto a parte de los investigadores que participaron en la primera excavación del yacimiento, mantiene este sábado, en el consistorio de la localidad, un encuentro con los vecinos de Fuentes para conmemorar el décimo aniversario.