El municipio de Mota del Cuervo (Cuenca) conserva siete molinos de viento de «los 33» que llegĂł a albergar en los Ășltimos siglos, de los cuales seis se han reconstruido sobre la base donde nacieron y el otro, conocido como ‘El Zurdo’ y propiedad ahora de los descendientes de RamĂłn Serrano Suñer –el ‘cuñadĂsimo’ de Francisco Franco–, conserva su estructura original y es distinguido como «el Ășnico que muele a izquierdas en el mundo».
‘El Zurdo’, levantado hace «unos cinco siglos», fue el Ășltimo molino que dejĂł de mover sus aspas y moler el trigo en un pequeño cerro de la localidad conquense en el año 1929 -«cuando llegĂł la electricidad al pueblo»–, una docena de años antes de que Serrano, quien llegĂł a ser MÂĄministro de la GobernaciĂłn y de Asuntos Exteriores durante la dictadura franquista, se percatara de la desapariciĂłn de estos «gigantes», como los veĂa Don Quijote de la Mancha, y se interesara por hacerse con uno de ellos.
Este interĂ©s surgiĂł, segĂșn cuenta Tirado, en uno de los viajes que Serrano Suñer realizaba entre Madrid y Alicante, por la carretera que pasa por Mota del Cuervo, para visitar la fĂĄbrica de helados que tenĂa su mujer, Zita Polo –hermana de la mujer de Franco, Carmen Polo–. En estos trayectos, explica Tirado, el ‘cuñadĂsimo’ se preocupĂł por la desapariciĂłn que estaban protagonizando los molinos de viento en La Mancha.
AsĂ, aunque EspiridiĂłn Zarco quiso legar este particular molino que habĂa heredado de sus ancestros a Serrano, este dijo que «no podĂa aceptarlo como regalo» y se lo comprĂł junto a una viña «de casi 3.000 cepas» que tambiĂ©n era propiedad de Zarco. No obstante, Tirado puntualiza que el dinero que Serrano pagĂł fue entregado al sacerdote de Mota del Cuervo para dedicarlo a obras de caridad.
AĂN QUEDAN MOLINOS EN ESPAĂA
Serrano, que restaurĂł este molino al adquirirlo, el cual ha sido declarado Bien de InterĂ©s Cultural (BIC) por la Junta hace un par de meses con la intenciĂłn de abrirlo al pĂșblico en un futuro, puso un letrero en ‘El Zurdo’ que rezaba ‘AĂșn quedan molinos en España’, y es que, segĂșn cuenta Tirado, la conservaciĂłn y restauraciĂłn de muchos de estos molinos en el paĂs fue posible por la intervenciĂłn de paĂses como Austria, Alemania o Francia, ademĂĄs de por la labor que viene desarrollando la asociaciĂłn que preside.
Se pintó por dentro y por fuera, se restauró la capota y se afianzaron los cimientos, manteniendo la estructura original de este molino con rueda Catalina construido hace medio milenio. Asimismo, Serrano dejó a un amigo suyo de Pedromuñoz (Ciudad Real), como encargado del mantenimiento y cuidado de esta joya arquitectónica hasta que años mås tarde fue el propio Tirado quien cogió las riendas del mismo.
EL ZURDO «POR EQUIVOCACIĂN»
Tirado desvela tambiĂ©n que el sobrenombre que ha adquirido este molino por la contrariedad del funcionamiento de su engranaje, fue debido a «la equivocaciĂłn de los montadores», quienes instalaron el mecanismo «al revĂ©s» y, viendo que aun asĂ funcionaba, lo dejaron con esta caracterĂstica montura.
«Hace dos siglos sufriĂł una averĂa y rompiĂł un brazo al dueño del molino en aquel entonces, a quien casi matĂł. Por ello, ‘El Zurdo’ estuvo cuarenta dĂas procesado y a raĂz de ese incidente pusieron a todos los molinos de viento una puerta en el lado norte y otra en el sur, donde normalmente se instalaba», relata el presidente de la AsociaciĂłn de Amigos de los Molinos sobre otra de las curiosidades de ‘El Zurdo’, un molino que Serrano «siempre quiso que de alguna manera siguiera perteneciendo a la familia».
MĂS DE 60 AĂOS CUIDANDO MOLINOS
De la misma manera que Serrano Suñer se percatĂł de la continua desapariciĂłn de estos molinos de viento, en el año 1955, «surgieron doce locos que llegaron a la conclusiĂłn de que el vertedero en que se estaba convirtiendo la zona donde estĂĄn estos molinos no podĂa consentirse». A ellos se unieron despuĂ©s alcaldes de diversos municipios que tambiĂ©n albergan estos trituradores gigantes, o incluso periodistas comprometidos en divulgar la historia de los mismos.
Por ello, crearon la Asociación de Amigos de los Molinos de Mota del Cuervo, que actualmente cuenta con alrededor de 400 socios, para «cuidar todos los molinos de Castilla-La Mancha» ante «el abandono de la gente en los pueblos y la falta de un turismo» que provocara una mayor preocupación por ellos.
De esta manera, la asociaciĂłn habilitĂł uno de los seis molinos que se sitĂșan frente a ‘El Zurdo’ en la sierra de los Molinos de la Mota del Cuervo. Uno de ellos, ‘El Gigante’ sĂ que mueve sus aspas cada sĂĄbado que el viento lo permite y se puede visitar para conocer parte de la historia de La Mancha y, tambiĂ©n, para imaginar la desgarrada lucha de Don Quijote a pesar de las advertencias de su inseparable Sancho: «aquellos que allĂ se parecen no son gigantes, sino molinos de viento, y lo que en ellos parecen brazos son las aspas, que, volteadas del viento, hacen andar la piedra del molino».