Según Guijarro, las alternativas, presentadas en el marco del congreso ‘CuencaOn’, pasarían por tecnología del siglo XXI para los accesos
El presidente del Gobierno regional, Emiliano García-Page, ha comprometido este viernes la financiación necesaria de la Administración que preside para sacar adelante un proyecto que permita mejorar la accesibilidad al Casco Antiguo de Cuenca y ha admitido que el Ayuntamiento debe ponerse «al frente de cualquier cambio que se haga», por lo que ha solicitado también colaboración al Consorcio de la Ciudad de Cuenca, con quien pretende «ir de la mano».
En declaraciones a los medios de comunicación realizadas con posterioridad a la reunión que ha mantenido con el equipo de arquitectos que lidera la iniciativa, presentada en el marco del seminario ‘CuencaOn: Nuevas formas para una sociedad’, desarrollado en la sede de Cuenca de la UIMP, García-Page se ha mostrado «muy contento» con las propuestas recibidas y que ha calificado de «muy sugerentes y abiertas para el debate», por lo que ha dicho estar ya «comprometido» con las mismas.
En este punto, ha anunciado que encargará al vicepresidente primero, José Luis Martínez Guijarro, el diálogo con el resto de administraciones públicas, a las que la Junta «ni siquiera va a pedir dinero», pero que, a su juicio, deben implicarse para sacar adelante proyectos que, según García-Page, «significarán un antes y un después». «Van a significar», ha espetado, «un punto de inflexión sobre el que apoyar una nueva época de regeneración y renovación que va a atraer, sin duda, mucho más turismo, revitalización comercial y dinamismo económico a la ciudad».
Dichas propuestas pasarían, según ha avanzado el vicepresidente primero del Gobierno regional, por buscar soluciones en el entorno de la Puerta de Huete, Puerta de Valencia y Puerta Norte de la ciudad aplicando tecnología del siglo XXI e implicarían, a juicio del presidente regional, «pequeñas intervenciones que pueden cambiar los hábitos y las inercias».
«Con ellas se pasa de una rutina a una inquietud, una etapa positiva de inquietud y de creación», ha apostillado para, a continuación, reconocer que se trata «de abrirse mental, intelectual, política y económicamente a nuevas oportunidades» a través de un debate que debe «ampliarse a todos los colectivos».
Tras insistir en que va a «haber dinero», ha exigido «consenso político», en torno a un proyecto «muy ilusionante y extraordinario», planteado «con mentalidad muy austera y eficaz», que no ha sido pensado «para hacerlo de golpe» y que «antes o después, será realidad con este proyecto o con otros similares, matizados y mejorados, enriquecidos con debate social», ha incidido, mostrándose dispuesto a presentarlos ante la Unesco y el Ministerio de Cultura, «porque es una oportunidad que no podemos pasar por alto y nos permite tener ilusión y mucha esperanza de alternativas urbanísticas que pueden atraer muchos turistas y revitalizar una ciudad que requiere inercia».
Por su parte, el vicepresidente primero ha considerado el estudio «muy acertado», dado que presenta «la solución que han pensado siempre nuestros antecesores durante muchos siglos».
Finalmente, una de sus responsables, Carmen Mota, ha adelantado que las alternativas expuestas tienen como «hilo conductor lo que nos define, el patrimonio, a raíz de la muralla y la naturaleza, a raíz de las hoces» y todo ello, respetando la idiosincrasia del Casco Antiguo de Cuenca, que, ha puntualizado, «no resuelve la accesibilidad con una única idea».
Asimismo, ha detallado que, además de «proponer actuaciones buenas» el grupo de arquitectos, vinculados al Colegio de Arquitectos de Castilla-La Mancha, «creía en proponer un plan viable». «El encargo era un regalo y ojalá la ciudad lo tome como tal y aunemos fuerzas y lo llevemos a cabo», ha resuelto.