La todavĂa directora del Festival Internacional de Teatro ClĂĄsico de Almagro, Natalia MenĂ©ndez, confĂa en que su sucesor estĂ© plenamente incorporado el prĂłximo mes de octubre con el objetivo de que pueda diseñar la programaciĂłn de la 41Âș ediciĂłn porque es algo que ya no le «corresponde ni es su objetivo». «De hecho, cumplirĂ© con mi contrato hasta el 31 de diciembre», ha afirmado.
De momento y hasta que llegue quien tome las riendas del Festival Internacional de Teatro Clåsico de Almagro, Natalia sigue trabajando, fundamentalmente, en poner en orden la información de todos los años en los que ella ha estado al frente del certamen dramåtico «para que la pueda usar de forma casi intuitiva. Creo que esa es la forma adecuada en la que debe producirse un relevo».
CONVOCATORIAS PARA LA PRĂXIMA EDICIĂN
Asimismo, y porque la maquinaria no puede detenerse, MenĂ©ndez confirma que estĂĄ cerrando definitivamente la 40 ediciĂłn al tiempo que va avanzando en sacar convocatorias para que las compañĂas puedan presentarse «y que cuando llegue el nuevo director o directora, tenga la posibilidad de decidir cĂłmo quiere ser la prĂłxima ediciĂłn».
Lo que sà se tendrå que encargar de cerrar Natalia Menéndez, por cuestiones de tiempo, es las convocatorias de los certåmenes de Almagro Off y el Barroco Infantil «y ya quien llegue que haga lo que prefiera para la 42 edición», aunque ha defendido que son certåmenes que «merece la pena que se mantengan».
OCHO EDICIONES DE APRENDIZAJE
Y entre esas lĂneas por las que querĂa apostar, y asĂ lo ha hecho, destaca la apuesta por las jĂłvenes compañĂas asĂ como dar la posibilidad al mĂĄximo nĂșmero posibles de producciones de estar en Almagro dejando que no estuvieran mucho tiempo unas en detrimento de otras; pero tambiĂ©n ha apostado por la captaciĂłn de nuevos pĂșblicos a travĂ©s de los certĂĄmenes Almagro Off y Barroco Infantil.
«TambiĂ©n me he esforzado por cuidar de IberoamĂ©rica y Europa, ademĂĄs de abrir fronteras con Asia; mientras que en el terreno social, he trabajado porque sea un festival para todas las capacidades, tanto fĂsicas como econĂłmicas», apostilla la directora de un Festival que, dice, ha necesitado de un importante trabajo de gestiĂłn interna para sanear la deuda histĂłrica que se arrastraba y dejar material tĂ©cnico en propiedad que antes no habĂa.
Tras destacar que tambiĂ©n se ha hecho un «ingente» trabajo desde el ĂĄrea de comunicaciĂłn y difusiĂłn, tanto en España como fuera de nuestras fronteras, para potenciar el Festival con iniciativas como la creaciĂłn de la web y las redes sociales, ademĂĄs de facilitar los patriocinios, Natalia MenĂ©ndez afirma que le gustarĂa que en una ediciĂłn redonda como la 50 le gustarĂa que se recordara su trabajo «por salvar al Festival y ubicarlo en el lugar que merece tanto desde el punto de vista nacional e internacional».
COMPLEJO Y ENRIQUECEDOR
Aunque dirigir el certamen dramĂĄtico no ha sido lo que esperaba cuando asumiĂł el reto, «porque ha sido muchĂsimo mĂĄs complejo pero tambiĂ©n mucho mĂĄs enriquecedor tanto profesional como personalmente», destaca que de todos estos años se queda con el contacto con las personas, tanto de las compañĂas españolas o extranjeras como del pĂșblico, con el que ha habido un importante ‘feedback’ que siempre atendĂa, tanto lo bueno como las crĂticas y por ello le estĂĄ muy agradecida.
«En esta Ășltima ediciĂłn me he quedado alucinada porque, ademĂĄs de los regalos emocionales, he recibido regalos fĂsicos de personas que no conocĂa pero que te dan mucho cariño. Yo eso no lo he recibido como actriz», confiesa entre risas.
Finalmente, reconoce que lo mĂĄs difĂcil ha sido sanear la deuda histĂłrica y eso ha impedido que desarrollara proyectos que tenĂa en mente como mĂĄs producciones propias o coproducciones, ademĂĄs de que aprovecha para reivindicar –tras una etapa en la que ella ha tenido que enfrentarse a numerosos cambios polĂticos e incluso desarrollar ediciones sin los presupuestos estatales o regionales aprobados– «que el aspecto polĂtico no repercuta tanto para que haya mĂĄs estabilidad en el Festival porque hay veces que, con los cambios, parece que tienes que empezar de nuevo».