Un total de 375 personas ha muerto ahogado en espacios acuáticos españoles en los primeros seis meses del año, 3 de ellas en Castilla-La Mancha, según el Informe Nacional de Ahogamientos, que elabora la Real Federación Española de Salvamento y Socorrismo, cerrado a 31 de agosto.
Durante los meses de verano (junio, julio y agosto) se han ahogado 235 personas, 64 más que en el mismo período del año pasado, un 37,4 por ciento por encima, con 171 óbitos, y más del 18,7 por ciento de las registradas en los mismos meses de 2015, en que se habían producido 198 muertes.
Agosto, con 70 muertes (una media de 2,25 por día), se ha convertido así en el segundo mes más trágico de las playas, piscinas, ríos y otros espacios acuáticos en España, igualando a junio y sólo superado por julio con 95 fallecidos. Entre los tres meses se concentran el 62,66 por ciento de los fallecidos por esta causa durante 2017.
En Andalucía se ha producido uno de cada cinco muertos, el 17,6 por ciento, con 66 personas fallecidas. Le siguen la Comunidad Valenciana y Canarias, con 55 óbitos, el 14,7 por ciento en cada caso, Galicia, con 49 muertes y el 13,1 por ciento, Cataluña (39 y 10,4%), Islas Baleares (21 y 5,6%), Cantabria (19 y 5,1%), Región de Murcia (15 y 4,0%), Castilla y León (13 y 3,5%), Aragón y Extremadura con 8 y 2,1% en cada caso, País Vasco (7 y 1,9%), Asturias (6 y 1,6%), Comunidad de Madrid (5 y 1,3%), Castilla-La Mancha y Ceuta (3 y 0,8% en cada territorio), La Rioja (2 y 0,5% y Navarra (1 y 0,3%).
La Ciudad Autónoma de Melilla ha sido el único territorio español donde no se ha registrado ninguna muerte por esta causa hasta el momento.
El perfil de la persona ahogada en España es un hombre (80 por ciento), de nacionalidad española (75 por ciento), de 35 o más años (71 por ciento), muerto en una playa (52%), o en cualquier otro espacio acuático sin vigilancia (89%), entre las 10.00 y las 20.00 horas (70%).