La empresa encargada de la Gestión de Aceites Usados (Sigaus) recogió un total de 10.759 toneladas de aceite industrial en 484 municipios de Castilla-La Mancha, del que se aprovechó «el cien por cien» del mismo tras un proceso de regeneración para conseguir una base lubricante apta para la fabricación de nuevos lubricantes, como la valorización energética, que aprovecha el poder calorífico del residuo, entre otros usos.
Sigaus atendió a un total de 4.489 establecimiento productores, de los que la mitad de ellos produjeron el 38 por ciento del volumen total del residuo recuperado en esta Comunidad Autónoma, cumpliendo los objetivos ecológicos legales de «valorizar y destinar el aceite recuperado a los distintos procesos de tratamiento para su total aprovechamiento como materia prima, evitando con ello su impacto nocivo sobre el medio ambiente», ha informado la organización en una nota de prensa.
En Castilla-La Mancha se consumieron el pasado año 17.376 toneladas de aceites industriales, casi un 11 por ciento más que en 2015, un volumen que representa el 5,8 por ciento del total de lubricantes comercializados en España por las empresas fabricantes adheridas a Sigaus.
Tanto el proceso de regeneración del aceite usado, con el que se obtiene una base lubricante apta para la fabricación de nuevos lubricantes, como la valorización energética, que aprovecha el poder calorífico del residuo (tras una previa descontaminación), son tratamientos que permiten valorizar el aceite usado recuperado convirtiéndolo en «una fuente importante de materias primas» para la fabricación de nuevos productos o la obtención de energía, evitando con ello recurrir al refino del petróleo para producir aceites lubricantes y fuel óleo, respectivamente.
Sigaus ha resaltado que el aceite usado recogido durante el pasado año en Castilla-La Mancha alcanzó una cantidad neta finalmente gestionada y valorizada de 5.347 toneladas. De esta cantidad neta, dos terceras partes se destinaron a regeneración, tratamiento prioritario en la gestión de los aceites usados. En total, 3.581 toneladas regeneradas (el 67 por ciento) que permitieron devolver al mercado 2.385 toneladas de lubricantes, equiparable al 14% del consumo en esta comunidad. Además este tratamiento hizo posible evitar la emisión a la atmósfera de 10.742 toneladas de CO2.