El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, se ha mostrado convencido de que al ritmo que crece la región y se recupera la sanidad, la educación y las prestaciones sociales, el objetivo de restaurar el estado del bienestar que había antes de la crisis, «un objetivo que se fiaba más largo cuando arrancó el mandato», será «alcanzable» entre ésta y la mitad de la siguiente legislatura.
Así de seguro se ha mostrado el titular del Ejecutivo autonómico en el desayuno informativo que ha mantenido este jueves en el toledano Palacio de Fuensalida, sede del Gobierno regional, donde ha avanzado que hay un principio de reactivación económica que le permite aventurar un crecimiento económico los próximos diez años, quizá no del 3 o el 4 pero sí del 2 o del 1,5 por ciento, en sentido positivo.
CAPTAR EMPRESAS EN 2018
«Estamos empezando a ganarle el pulso a la crisis, aunque no se está haciendo bien en términos de reequilibrio social. El objetivo central es captar el mayor número de empresas en 2018», ha defendido García-Page, que ha asegurado «tener sobre la mesa 6 o 7 proyectos de empresas muy grandes».
Y es que ha augurado que la región va a ser receptora de empresas «muy por encima de la media de España», y ha insistido en que el reto de Castilla-La Mancha tiene que ser no solo intentar que haya mas empresas sino que el crecimiento se redistribuya, vía servicios públicos y creación de empleo.
Tras insistir en que se está empezando a retomar el vuelo «sin ninguna burbuja y sobre la base no de un sector sino de una reacción global», se ha mostrado convencido de que el próximo año Castilla-La Mancha estará por encima en crecimiento de empleo sobre la media española.